domingo, 13 de abril de 2008

KÖLSCH


























Lectores...el Mac..ha muerto. Pues sí, la manzana nos ha dejado tirados y nos hemos quedado sin portatil, el disco duro a tomar por culo y muy probablemente con él se han ido todas nuestras fotos y mucha otra información valiosa, desolación total entre los skypeadictos y desesperación creciente en B, que no sabe como va a pasar estos días sin pelis, radio y demás entretenimientos. Intentaré mantener con vida este blog en el tiempo del lunch de cada día, aunque sin enyes...os vaís a sentir un poco catalanes y a más de uno le van a salir ronchas.
Esta es la principal razón de mi silencio de los últimos días junto con la excursión de fin de semana que hemos hecho a tierras alemanas, repartiendo nuestro tiempo entre Colonia y Bonn.
Espectacular catedral, de las pocas cosas que impresionan en estos tiempos de bombardeo constante en televisión, cine, internet y demás medios audiovisuales con imágenes de todos los rincones del planeta, que hacen que tengas la sensación de haber estado antes en cada sitio que visitas. Colonia fué completamente arrasada durante la segunda guerra mundial, el casco antiguo se recontruyó a mediados del siglo XX, las iglesias románicas que pueblan la ciudad, hasta doce, no se terminaron de volver a poner en pié hasta 1985...lo único que se mantuvo indemne fué la catedral y no por respeto al tiempo que se tardó en construir, nada menos que seiscientos anyos, sino porque los aliados la utilizaban como punto de referencia en sus coordenadas a los bombarderos ya que era visible desde casi cualquier punto.
Tras patear Colonia a conciencia nos acercamos hasta Bonn, capital alemana hasta la reunificación y ciudad natal de Beethoven, que en multitud de formatos está presente en cada rincón. Bonita, limpia, pequenya y ordenada, muy recomendable para una excursión.
Como es costumbre habitual también nos hemos entregado a degustar la cocina local y nos hemos atiborrado a bratwurst, eisbein, sauerkraut, kartoffeln...(salchichas, codillos, repollo fermentado y patatas en múltiples presentaciones) y kolsch estupenda cerveza de alta fermentación que sirven por cada rincón de la ciudad, en vasos altos y estrechos, stange, parecidos a las canyas y a un precio imbatible.
Después de estos días de descanso regreso a A'mdam para encarar la última semana en el país de los tulipanes, a ver si sale el sol de una vez y nos deja verlos, os dejo un poco de música de la buena.

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