miércoles, 16 de abril de 2008

ANTÁRTIDA














Se buscan hombres para un viaje extraordinario. Sueldo bajo. Frio extremo. Largos meses de absoluta oscuridad. Peligro constante. No es seguro volver con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito.

De esta manera intentó Shackleton encontrar voluntarios que se sumaran a una de sus expediciones antárticas en 1914, publicó este anuncio en la prensa y consiguió que ventisiete valientes se apuntaran, todos volvieron vivos...pero no lograron su objetivo. Por aquí los días transcurren de forma mucho más favorable, pero no hay que irse hasta el polo para encontrar condiciones similares, y ni honor ni reconocimiento.
Esta semana la mitad del servicio está volcada en resolver los últimos detalles del curso del viernes, seleccionando pacientes, realizando exploraciones y ensayando las presentaciones en vivo; además estos dos últimos días se está celebrando el primer Hands-On-Training Program en mucosectomía y ablación por radiofrecuencia a nivel europeo, aprovechando la ocasión estoy siguiendo el curso por el papo. La otra mitad, mientras tanto, sigue a lo suyo, ecoendoscopias, CPREs y demás...yo en medio de todo tratando de absorber...creo que lo estoy consiguiendo.
Me alegro de saber de J y de que estais bien, impacientes, supongo, esperando la llegada de Claudia. En la reciente visita a Alemania nos acordamos de nuestra breve incursión hace años, cuando te dió por cruzar fronteras. Te echaba de menos (ahora que nadie nos lee, últimamente me pasa a menudo). Me gusta la comparación, sobre todo a B le gustará verse comparada con uno de sus mitos, pero no me gusta el final de su historia, la nuestra tendrá otro, con absoluta seguridad.
He logrado superar la muerte del Mac y mantener con vida este rincón cibernético, a pesar del riesgo que corro de acabar con un tubo en el esófago por la velocidad con la que devoro mis sandwiches de chorizo para que el lunch time también me dé para escribir un poco, no os imaginais las caras de la bibliotecaria cuando saco la cámara para subir las fotos. En las de hoy os dejo una importante enseñanza que todo hombre sabio debería tener en cuenta y unos lagartos, casi reales, tomando el escaso sol de invierno.

3 comentarios:

lectordepaginas dijo...

No hace falta que lo diga pero....
IDEM.Y no diré más, pues siempre corro peligro de ser cursi.

Me parece curioso que cites a Shackleton; Oi el texto del anuncio que publicó para reclutar a su tripulación una tarde de lluvia, en una programa cultural de radio nacional, de camino a casa en el coche. El locutor-actor, con voz afilada y elegante hizo que mi coche y el atasco se esfumaran. Se me puso la piel de gallina. Sopló el viento helado por mi nuca y senti que oia esas palabras con cien años de retraso.

Es increible como responde el ser humano, ¿verdad?. Nos prometen el dolor de la aventura y acaso la muerte, y acudimos. Nos piden que velemos cuando queremos dormir, que durmamos cuando queremos velar, y ahí vamos.
Creo que antes lo llamaban "vocacion", pero ahora las palabras desaparecen de nuestra lengua como por arte de magia, así que no estoy seguro.
Gente increible la de antes, y algunos de los de ahora.

Saludos helados.

J.

ElChicoDeRayas dijo...

Cada vez menos de los de ahora...

Lua dijo...

Parece que el frio te pone un poco melancólico, querido Chico de Rayas. También a Javi, no sé si en su caso será el frío o darse cuenta de que se pierde la vocación.
Al final habeis conseguido ponerme a mí también un poco melancólica y acabaré diciendo que yo también os echo de menos. Para curarme la morriña, me voy a Huelva a ver al otro hermano, a ver si me invita a unas coquinas.
No te atragantes con el chorizo... sería una pérdida tremenda (por cierto, le llevo a Diego también unos pocos... la madre repartiendo felicidad y buenos alimentos entre sus hijos)
Un beso fuerte para P y para tí